La Eurocopa de Francia venía cargada de estrellas mediáticas como Ronaldo, Pogba, Rooney o Ramos que hacían las delicias de los fans. Pero entonces apareció Gábor Király, un portero húngaro de cuarenta años que sale a jugar como si fuera una pachanga de solteros contra casados. En un fútbol totalmente profesionalizado donde priman noticias ajenas al balón, botas de colores y camisetas muy ajustadas, Kiraly se mantiene al margen de todo ello.
La derrota de su selección contra Bélgica supone un amargo adiós de las competiciones internacionales para Király. ¿O acaso volverá para Rusia 2018? No lo descartéis tan rápido…
1. Usa su famoso chándal desde que militó en el Hertha BSC en 1996, cuando tenía que proteger las rodillas de los helados campos alemanes.
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2. Amago de chut noventero y pase. Qué maravilla, estas cosas deberían verse más a menudo.
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3. Ese pase engañando al delantero rival, tan de fútbol base, nos hace respetarle todavía más.
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4. Enseña a su hijo todos sus principios del fútbol, y evidentemente el chándal no falta.
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5. Pasa de los deportivos. Con su 1.90, sigue con el Mini Cooper de su época en el Crystal Palace, eso sí, con matrícula personalizada (KIR 13).
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6. En el Hertha BSC se chupaba broncas por entrenar chutando al larguero. Marcó este gol y no lo volvió hacer.
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7. No sé cómo lo hace, pero consigue envolver todo en fútbol clásico. Si no ya me dirás cómo hace para tener el chándal embarrado en un día de sol y con el campo en buen estado.
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BONUS: Y por si fuera poco, le sobran galones en la selección. Minuto 90, tiro de falta peligrosa de Islandia y el equipo le pregunta cómo defenderla. “No saltéis” responde. Acertó, y nadie dudaba de ello.
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Fuente portada: dailymail.co.uk
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