1. Cambia el tamaño de los platos.
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Si pones la misma cantidad que había en un plato grande, dentro de un plato pequeño, parece que hay más comida y tiendes a saciarte psicológicamente.
2. No lleves toda la comida a la mesa de una vez.
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Ver tantos alimentos a tu alrededor, te hará desear querértelos comer. ¿El truco? Ve llevándolos de uno en uno y hasta que no hayas terminado, no pases al siguiente.
3. Evita las golosinas en tu bolso o mochila y también en tu puesto de trabajo.
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Si no hay golosinas, no hay tentación, por tanto, no hay pecado.
4. Reduce la oferta gastronómica.
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Si eres de los que cuando va a un buffet se lo come todo, evita hacerte ese bufett en casa. Reduce las posibilidades alimenticias y comerás menos cantidad.
5. Date un premio.
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¿Has conseguido entrenar y no saltarte ni un poquito la dieta? Date un premio, así irás más motivado para la siguiente.
6. Alíate con gente a tu alrededor.
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Si sois varios los que os entrenáis o estáis a dieta a la vez, es más llevadero que si estás tú solo contra el mundo.
7. Establece horarios.
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Es algo sencillo, parece una tontería, pero tener una rutina es bastante más útil que cualquiera de los consejos anteriores.
Fuente portada: sportadictos.com
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