El Pole Dance suena sexy y glamuroso; ¿pero sabes todo lo que hay detrás de esa actividad? Te aseguramos que no tienes ni idea.
1. Tu primera clase de Pole Dance es un choque brutal entre expectativas y realidad.
Fuente: markipliergifs.tumblr.com
Entras como una diva y al minuto te conviertes en la mona Chita colgándose de una rama. ¡Que más quisieras! La mona Chita tiene más clase que tú.
2. Nunca habrás visto cardenales más negros que los que obtengas de tus sesiones de entrenamiento.
Fuente: buzz.io
Cardenales, agujetas… El universo te mandará señales para que desistas en el intento, pero hay algo, una fuerza extraña, que te anima a seguir entrenándote.
3. El Pole Dance engancha más que una bolsa de pipas.
Fuente: poles-n-goals.tumblr.com
No sabemos qué ocurre, pero superadas las dos semanas iniciales de entrenamiento, tu cuerpo se acostumbra a esa alegría Macarena y te pide más. ¡Atento también a cómo cambia tu cuerpo, que empieza a ponerse en forma!
4. La conversión al chico/chica de goma.
Fuente: gifsgallery.com
Tú, que estabas más tieso que la mojama, más duro que el mármol de Carrara; de repente, eres capaz de tocar tus rodillas con la nariz. ¡Sorpresa! El Pole Dance te hace más elástico.
5. La sensación de dios/diosa que te aporta terminar la clase.
Fuente: gifmambo.com
Si salir de la peluquería o estrenar ropa te hacía sentir poderos@, no sabes lo que te espera cuando termines una de tus sesiones de Pole Dance. ¡Subidón de megatrón!
Fuente portada: lovethatmag.com
EmoticonEmoticon